10 junio, 2008

Exilio

El exilio es la mezcla entre una necesidad y un acto voluntario, con la idea de no volver.

05 mayo, 2008

Errar es de humanos...

...y éstos los mandaron al blog equivocado. Si quieren abrir el oficial ahí les va la dirección: entrelineascanal22.blogspot.com

Si quieren divertirse, quédense aquí.

05 abril, 2008

Segunda temporada

Entre Líneas tv, Entre Líneas tv, Entre Líneas tv, hay que escribirlo varias veces para acostumbrarse al nombre antiguo pero modificado por una cuestión de derechos de autor. Tras el coñazo que fue conseguirle el nombre de Entrelíneas a la serie, de pronto resulta que era la marca registrada de otro producto de índole comunicacional que nos cedía el permiso por tan sólo unos cuantos mesesillos, mismos que ya caducaron. En vista de que al parecer, nadie se animó a transitar de nueva cuenta por el camino de concebir un nuevo título, pues había que aligerarle la chamba a Sopa de Pato y conseguir a otra casa productora, la solución fue: divide y vencerás. No sólo se dividió el equipo, si no que salomónicamente la opción para nombrar una serie de literatura fue: dejarle la misma fonética pero bajo otra gramática. Sean pues bienvenidos al blog a la sombra de lo que ahora se llamará: Entre Líneas tv, y cuya finalidad seguirá siendo chismear lo que no se ve, pero cómo entretiene, detrás de las cámaras de este programa que conducen Joserra y el Patán.

10 noviembre, 2007

Visita clandestina: con la cámara más elemental capturamos esta escena


Si bien, para la conducción de Entrelíneas, Canal 22 proporciona cámaras de siglas impactantes (HDVTVBCT), el equipo a la sombra optó por enviar a una mamarazza quien se coló a una biblioteca de difícil ubicación - dos policías le porfiaban en la calle, que Mesones 28 no existía -. Ella llevó la cámara más pequeña, digital, discreta y chafa para captar ESO que nunca sale al aire, y aún así, no pasó inadvertida ante los ojos del realizador...
...quien rauda y velozmente defendió el honor de los conductores.

In memoriam: Santos escritores, Batman

Cuenta la leyenda que hay presidentes y ex presidentes que ya quisieran contar con un departamento de imagen como el de algunos escritores, vivos y difuntos.

Nos referimos a los hijos, viudas y esposas de legendarios escritores, cuyos familiares les cuidan la imagen y memoria al grado de pulirles las auras hasta volverlos deidades irreales e inhumanas. Se montan sobre la memoria de sus difuntos – y ancianos – para volverlos seres de la ficción más plana y unidimensional.

A los que bebían, los pasan por el alcoholímetro. A los que torturaban, los exaltan como creadores con una vivaz imaginación. Para proteger la imagen intelectual del que veía maratones de caricaturas y luego conversaba acerca de los Simpson en el lecho de muerte, la temible viuda ha desenvainando una espada de Damocles que ahora pende sobre las cabezas de los amigos. Pobre de aquel que ose decir: “tergiversaba la realidad”, “bebía como cosaco”, “apostó hasta el último centavo”, “tenía cinco esposas y cincuenta hijos”.

Por su parte, de las grandes escritoras se sabe mucho menos, pues suelen sobrevivir a sus maridos.

Que vivan los fantasmas de aquéll@s que precisamente por sus luces, sombras y torceduras mentales, supieron llenar sus textos de humanidad.

25 octubre, 2007

El título del programa (tercera parte)

Cuenta la leyenda que una vez que el grupo de producción de Sopa asumió La casa verde como título para la serie de literatura, los reporteros, productores, asistentes y realizadores, iban y volvían de las oficinas de Sopa de Pato a las instalaciones del Canal 22, algunos tarareando una poco afortunada mezcla entre el título anterior y el nuevo: "Casa verde eres tú, casa verde eres tú...". Entre ellos se hallaba la gerente de producción de la Sopa, quien dispuesta a firmar acuerdos, se sorprendió - es en sí sorprendente que alguien aún pueda sorprenderse ante los intempestivos y ocurrentes cambios de la burocracia - decíamos, se quedó estupefacta cuando en los papeles oficiales, en lugar de leer La casa verde, vio Ex libris bajo el rubro asignado al título de la serie. Todos parecían tener el deja vu de que Ex libris había sido el nombre de una sección de reseñas literarias que el mismo canal había emitido años atrás, salvo - queremos suponer - la persona que lo propuso.

El rumor del hallazgo no demoró ni media hora en llegar a oídos de todos los patos de la sopa. La reacción unánime se resume en un desconcertado y molesto: ¡¿Qué?! El más sonoro de los qués fue el de la más solícita de las chicas del servicio social que, no sólo había perdido una uña en el intercambio de despegar - pegar etiquetas, si no que estaba a punto de adherir un hermoso letrero de La casa verde en uno de los anaqueles destinados al material para esa serie.

Transcurrieron días antes de que el entusiasmo retornara a los miembros de la oficina. Por si acaso los reporteros optaron por el genérico "quiero hacerle una entrevista para el programa nuevo de literatura que se emitirá próximamente por el canal 22", medida preventiva para evitarse el solicitar entrevistas para Feliz no cumpleaños, realizarlas - excusas y explicaciones de por medio - para La casa verde y mandarlas etiquetar como Ex libris. Los jóvenes de servicio se esperaron una cautelosa semana - en la cual se regeneraron las uñas perdidas en el proceso - a ver si no llegaba un nuevo cambio del canal, antes de animarse a reiniciar la rutina de imprimir, recortar, despegar y pegar etiquetas con un nuevo nombre.

En vista de que el título pintaba para ser el definitivo, los creativos comenzaron a sugerir nuevas cortinillas y entradas para la serie: "¿Qué tal si hacemos una parodia de sexo en la ciudad, donde en lugar de Jessika Parker, ponemos a Julio y Joserra con sus tenis pisando charcos, mientras un microbús pasa mostrando un espectacular con una foto en la que ambos conductores estén en pose sexy leyendo en un baño de vapor envueltos en una toalla?" Y comenzaron las especulaciones: "¿Estás loca, crees que Julio acceda a quitarse su suéter?" "Ay ese Patán, ¿también será un patán en la cama?" "¿Joserra sexy en toalla?,¿no lo correrán de la Ibero?" Con cada comentario Ex libris, fue velozmente transformándose en el imaginario patero en un Sex libris en la ciudad.

Adriana finalmente se resignó a un antimanicure y cumplió unas cuantas horas al servicio de las etiquetas. El equipo de producción escribió cartas para anunciarle el nuevo nombre a las editoriales y todo para que de ahí sucediera lo que ya todos pueden suponer: Un miembro de la dirección del canal fue a a comer con quién sabe qué culto e ilustre personaje, quien no sólo le criticó el título de Ex libris, si no que le propuso Odisea como nombre para un programa tan importante, interesante, esperado...las expectativas iban en aumento.

Vaya odisea la del título. Hace poco nos encontramos una cinta cuasi fosilizada a la que nadie había retirado la odiséica etiqueta. Cuenta la leyenda que la asistente y mano derecha del director de la televisora, finalmente le sugirió a su jefe que, por favor, se encerrara en su oficina y no saliera de la misma hasta que hubiera ideado el título definitivo. Así fue como nació Entrelíneas...cuyo nombre secundario y extraoficial aún puede leerse en el pizarrón de la oficina, en el que, además de las entrevistas a realizarse se adivina un borroso Entrelíneas...de coca.

Sobre el título del programa (segunda parte)

Nos habíamos quedado en que el equipo de producción del naciente programa de literatura, tras entonar hasta el cansacio "feliz, feliz no cumpleaños, para ti, para mí..." recibió la repentina noticia de que la serie en lugar de ¡Feliz no cumpleaños! mejor llevaría por título: La casa verde. En vista que la novela de Mario Vargas Llosa, la casa verde no se refiere a un coffee shop, tugurio para fumar churros y otras yerbas, si no a un burdel, casa de citas, putero, o como le quieran llamar, el nuevo título de programa, independientemente de deprimir a los amantes de Lewis Carroll, romperle el corazón a la superinvestigadora (su hija no aparecería en las cortinillas del programa disfrazada de bruja); y ayudarle al entusiasta equipo de jóvenes a matar más horas de servicio social, imprimiendo, recortando, despegando viejas y pegando nuevas etiquetas en las cintas, borrar con corrector el título viejo de la bitácora y anotar con plumón el nuevo; independientemente de todo esto, tuvo como resultado que los creativos de la producción idearan un posible subtítulo: La casa verde: el burdel de los libros...

Mientras se desencadenaba tamaña cascada de acontecimientos, nadie sospechaba aún que en las oficinas del canal la neodemocracia tecleaba en los documentos oficiales un título que no correspondía a la novela del escritor peruano, si no a la viva imaginación de una de las jefas de programación del canal: Ex libris. (continuará)